20080415

Es mejor así




Estaba en un error. Existía una sensación más absolutamente onírica que un polvo con maría hidropónica, generalmente por cortesía de una pequeña dama anónima de la cual nunca recuerdo el nombre. Un ejercicio de reacomodación sísmica incomparable de los cinco sentidos, frente al cual todos los métodos mundanos de autosatisfacción palidecían sin remedio alguno. Esa sensación, que no se encuentra en ningún catálogo de estimulantes fármacos ni en ninguna experiencia causada por profilácticos de rugor inesperados, se llama bajar de peso.


No hay nada más maravilloso que vestirse por la mañana, y comprobar que los pantalones bailan alrededor de la cintura, que la correa que usábamos no porque había algo que sujetar, sino porque no quedaba más remedio, encontraba por fin su objetivo de dar vueltas y reptar bajo el ombligo. De ir a una tienda de skinnies, la cual nos había rechazado con inclemencia algún tiempo atrás, y cobrar venganza al adquirir, no sin una minúscula lágrima en la retina, nuestro primer pantalón talla 28.


Y por supuesto, la felicidad absoluta de correr hacia el armario y botar con aspavientos aquellas prendas que estamos seguros jamás nos volverán a quedar, con la certeza de estar obligados a comprar ropa nueva, y que la depresión de no tener nada qué ponernos provocará que bajemos de peso aún más. Claro que dicha preocupación conlleva, al menos en mi caso, una irremediable (y acelerada) caída de cabello. Sin embargo, esos detalles son lo de menos. Prefiero llevar un peluquín a volver a ser talla 32. Es clínicamente más sano hacerse injertos de cabello que una lipoescultura. La eterna diatriba que, pase lo que pase, todo es mejor así.

2 comentarios:

P dijo...

no puedo estar muchísimo más de acuerdo con todo lo que has puesto :) yo estoy en proceso de ser la mamacita más pepi de la vida. SÍ SE PUEDE!

Rain dijo...

Héme aquí leyendo tus posts y encuentro éste, digamos tan próximo. Hallar a un muchacho inquieto por la expulsión de toda adiposidad no es que me inquiete. No sé, es algo diferente.

Un provisionamiento de vitaminas para el cabello queda como anotación, si me permites...(aún sigo con la Casa Ida como imagen que flota. Inspiradora).

:) Sigo leyendo.